jueves, 28 de octubre de 2010

Puercoespín y Pollito...



Clavito es un puercoespin que, sin querer queriendo, se mete en líos, estropea cosas y hiere a las personas con sus espinas. No se dá cuenta, no se percata, no tiene intenciones malas, pero igual... consigue dañar a quienes lo rodean.

La comunidad de animales en pleno, le reclama y decide botarlo para así no seguir siendo dañados.

Clavito el puercoespín se vá al bosque, solo y triste, hasta que Pollito (desde su mundo amarillito y suave) lo vé y le canta esta canción:

"Si te sientes solo ven y mírame y mírame. el cielo es para ti, y cántame y cántame, chalalalá, chalalalá. Poco a poco eres felíz, sonrieme, sonrieme si tienes ganas de soñar, recuestate y duérmete, chalalalá, chalalalá"


Hasta aquí, es el cuento de los Hermanos Paz, la canción me encanta, vale la pena escucharla.

Yo me quedé pensando y pensando, muchas veces me dió pena Clavito, claro, el pobre no sabe las cagadas que va haciendo por la vida con las espinas que tiene en la espalda, es más creo que nisiquiera sabe que las tiene y, me identificaba plenamente con pollito tratando de consolar a los pobres puercoespines víctimas de su propia esencia, incomprendidos y desterrados por los que somos más suaves y amarilitos (por lo menos por fuera, jee..). Hoy, después del agua transcurrida, finalmente y hablando como casi cuarentona (me encanta esa etiqueta), no sé qué hacer con los puercoespines?, a lo mejor ya me dan ganas de mostrarles sus espinas y exigirles !!!que hagan algo con ellas!!!, total: "de buenas intenciones está lleno el infierno", o algo asi.

jueves, 14 de octubre de 2010

Mi mejor amigo.... mi pareja??....hmmmmm


Muchas veces escuché está frase.. tu pareja debe ser tu compañero, tu amante, tu amigo???. Hmmm. Déjame dudarlo. Creo que al menos una vez, todos hemos pasado ese estado confuso de tener alguna dificultad, problema o desesperación, y volteamos a ver a nuestra pareja e internamente pensamos. "Hmmm... no, mejor llamo a fulano o mengano, que en este momento me podrá sostener o ayudar un poco mejor". Y dicho y hecho, el fulano o el mengano nos escucha y tal vez no nos dice nada, o nos escucha, nos dice tres verdades en la cara y nos reubica en el terreno de la sensatez o a lo mejor nos saca de nuestra confusión con alguna respuesta tonta que le quita dramatismo al asunto y nos dibuja una sonrisa en el rostro. Y ya, ahí queda el asunto y nos haya gustado o no su desempeño, termina la conversación, cada uno vuelve a su mundo y seguramente seguirá siendo el fiel amigo, aunque la proxima vez que nos acordemos de él sea solo para su cumpleaños y eso no traerá ningun resentimiento para nadie.
A lo mejor el mismo tema, tocado con nuestra pareja, en calidad de amigo, resulta siendo un desastre, sobretodo para las mujeres que tendemos más a hablar y a complejizar nuestra existencia y sobretodo a comentar asuntos sin saber muchas veces qué es lo que queremos recibir en respuesta. El compañero (en calidad de amigo), en el mejor de los casos nos escuchará atentamente y se esforzará en decirnos su opinión, que generalmente no concuerda con lo que nosotras esperabamos escuchar, en cuyo caso sentimos que no nos comprende nada de lo que hablamos y es mejor que siga viendo la tele. Si por otro lado, comienza a aconsejarnos según su perspectiva masculina, terminaremos diciéndole "yo solo quería que me escuches, no que me sermonees", finalmente si no concuerda con lo que nosotras pensamos y nos dice tres verdades en la cara, terminaremos ofendidas y sintiéndonos duramente criticadas. Posible pelea, resentimiento a flote y la fea sensación de mejor no haber dicho nada.


Con esto, por supuesto, no quiero decir que la confianza y la comunicación no deben estar siempre primero con nuestra pareja, pero para temas muy confusos o muy personales creo que existen los amigos, incondicionales a nuestro estado de ánimo, amigos diversos y variopintos, amigos para cada ocasión. Más, en el caso de nosotras las féminas que todo lo hacemos historia y se nos chorrean las ganas de mover la lengua, creo yo que, más de una vez, y siendo más saludables, buscamos a nuestros amigos antes que a nuestra pareja y eso no desmerece las relaciones en uno ni otro sentido.

Bueno, esto, desde mi poca experiencia, imagino que existirán parejas que sí logran consolidar una fuerte amistad dentro de la convivencia, por ellos me saco el sombrero!!!