Oh por Dios!!!, ellas habitan nuestro cuerpo, de pies a cabeza, el alma y el corazón.
Están latentes todos los días, adormitadas, alertas, aparecen cuando menos lo esperas, rebeldes, angustiadas, sensibles. Las benditas hormonas...queridas mías.
Al fin las pude reconocer y aceptar: sí pues. Cuando ellas aparecen no hay más vueltas que darle, que "SEAN", que exploten que salgan y disparen por todos lados, aunque aprendí a afinar la puntería, es inevitable.
¿Estás con la regla no???.. Sí, carajo!!! ¿Además del grano en la cara, algo más se me nota?.. Nooooo, que va!!!, "Si me hablas mejor callate, si no me hablas me estas ignorando, si te acercas me fastidias, si te alejas me abandonas, si me das un chocolate me quieres engordar para irte con otra, si no me das nada ya no te importo". Podemos apelar locura temporal??? SPM en su máximo apogeo apoderado de nuestra consciencia, sub conciencia y demas estratos mentales estudiados por Freud y amigos (que no tenían SPM). Será cierta tanta belleza???.. Síii, la mayoría somos así, el SPM se puede presentar bajo diferentes síntomas, todos válidos y más o menos intensos, ahí van: Hambre, hambre, dulces, chatarra.
Sensibilidad extrema estimulada por un afán casi perverso de, justo ésos días, ver en la tele algo sumamamnte telellorón.
Irritabilidad, aparte de la hinchazón de panza y de "amigas", que de por sí ya es una desgracia xq la ropa nos ajusta y creemos que hemos engordado, en ésos días nada, (y léase bien ) nada, ninguna respuesta nos hará felices, mejor es apelar al 2% de No sabe no opina, dar media vuelta y no contradecirnos, claro sin hacernos sentir unas idiotas y sin decir "Ahh ya...¿estás con la regla no???". Porque ahí sí, la irritabilidad se convierte en furia y en pelea segura.
Tristeza muy triste. Avalancha de todos los malos recuerdos que podamos haber almacenado y que en dos días no recordaremos más, inseguridad y pensamientos catastróficos de todo lo malo que nos puede suceder. Si a ésto añadimos signos de pensamiento filosófico entonces estamos fritas porque ahí sí ni nuestra mejor amiga nos tolera.
Es impresionante, las benditas hormonas son compañeras fieles, estan siempre ahí, haciéndonos sentir cada mes el milagro de la vida, de las emociones intensas, de los hijos no concebidos.
Con el tiempo aprendí a quererlas y respetarlas y ver mis telelloronas y llorar sabiendo que no va a suceder nada trágico o a pelear sin excederme de la raya, o a decir: "Sí pues, estoy con la regla, no es un buen día para ésto o quello??".
Ellos, algunos privilegiados, aprendieron a hacerse a un lado sin irse lejos, a poner cuerpo al suelo y contemplarnos en nuestra confusión de unos cuantos días. Sn comprendernos pero respetando nuestros vaivenes de todos los meses.
En fin, el SPM, la regla, la post regla, la ovulación y demás, una vez más nos hacen privilegiadas, únicas, hermosas. Luego todo recupera su ritmo normal, volvemos a ser sonrientes y flacas, ja, ja.
Y ni qué decir si se junta SPM + Luna llena, ésa sí ya no la cuento...